MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA13

MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA13

DÍA 13

 

V/           En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

R/           Amén.

V/           El Señor esté con vosotros.

R/           Y con tu espíritu.

 

 

 

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

 

V/           Inocencia del Corazón de Jesús.

R/           ¡Renueva mi corazón!

V/           Pureza del Corazón de Jesús.

R/           ¡Transita en mi corazón!

V/           Mansedumbre del Corazón de Jesús.

R/           ¡Habita mi corazón!

V/           Sagrado Corazón de Jesús.

R/           En ti confío.

R/           “El Amor de Dios arde en mi corazón,

Querría inflamar el mundo entero” *37

*37 Santa Teresa Benedicta de la Cruz

Oración para todos los días

 

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

 

Lectura bíblica: Jn 12, 32

 

«Cuando sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí»

 

Meditación: La atracción del Corazón de Jesús

 

Miremos a Cristo traspasado en la cruz. Él es la revelación más impresionante del amor de Dios, un amor en el que “eros” y “agapé”, lejos de contraponerse, se iluminan mutuamente. En la cruz Dios mismo mendiga el amor de su criatura: tiene sed del amor de cada uno de nosotros. El apóstol Tomás reconoció a Jesús como «Señor y Dios» cuando metió la mano en la herida de su costado. No es de extrañar que, entre los santos, muchos hayan encontrado en el Corazón de Jesús la expresión más conmovedora de este misterio de amor. Se podría decir, incluso, que la revelación del “eros” de Dios hacia el hombre es, en realidad, la expresión suprema de su “agapé”. En verdad, sólo el amor en el que se unen el don gratuito de uno mismo y el deseo apasionado de reciprocidad infunde un gozo tan intenso que convierte en leves incluso los sacrificios más duros. Jesús dijo: «Yo, cuando sea elevado de la tierra, atraeré a todos hacia mí». La respuesta que el Señor desea ardientemente de nosotros es ante todo que aceptemos su amor y nos dejemos atraer por él. Sin embargo, aceptar su amor no es suficiente. Hay que corresponder a ese amor y luego comprometerse a comunicarlo a los demás: Cristo

«me atrae hacia sí» para unirse a mí, a fin de que aprenda a amar a los hermanos con su mismo amor.*38

*38 BENEDICTO XVI, Mensaje para la Cuaresma ,(2007)

Acto de confianza

 

R/   ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu Corazón  confío  que  proveas  a nuestra  diócesis  y a toda  la  iglesia universal de muchos y santos sacerdotes (u otra petición que se desee). Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso en ti, yo estoy seguro en ti!

V/           Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones.

R/           Ten misericordia de nosotros.

V/           Jesús, manso y humilde de Corazón.

R/           Haz nuestro corazón semejante al tuyo.