MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA12

CORAZÓN DE JESÚS, imagen DÍA12

DÍA 12

 

V/           En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

R/           Amén.

V/           El Señor esté con vosotros.

R/           Y con tu espíritu.

 

 

 

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

 

V/           Voluntad del Corazón de Jesús.

R/           ¡Dispón de mi corazón!

V/           Celo del Corazón de Jesús.

R/           ¡Devora mi corazón!

V/           Alegría del Corazón de Jesús.

R/           ¡Contagia mi corazón!

V/           Sagrado Corazón de Jesús.

R/           En ti confío.

R/           “¡Ése  es  mi  Cielo!  Descansar  en  tu  corazón,  cerca  de  tu rostro.”*34

 

 *34 Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz

 

Oración para todos los días

 

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

 

 Lectura bíblica: Mt 5, 14-15

 

«Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en lo alto de un monte; ni se enciende una luz para ponerla debajo de un celemín, sino sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa».

 

Meditación: La fe, la esperanza y la caridad brotan del amor que Dios nos tiene.

 

Fe, esperanza  y  caridad  están  unidas. La  esperanza se  relaciona prácticamente con la virtud de la paciencia, que no desfallece ni siquiera ante el fracaso aparente, y con la humildad, que reconoce el misterio de Dios y se fía de Él incluso en la oscuridad. La fe nos muestra a Dios que nos ha dado a su Hijo y así suscita en nosotros la firme certeza de que realmente es verdad que Dios es amor. De este modo transforma nuestra impaciencia y nuestras dudas en la esperanza segura de que el mundo está en manos de Dios y que, no obstante las oscuridades, al final vencerá Él, como luminosamente muestra el Apocalipsis mediante sus imágenes sobrecogedoras. La fe, que hace tomar conciencia del amor de Dios revelado en el corazón traspasado de Jesús en la cruz, suscita a su vez el amor. El amor es una luz —en el fondo la única— que ilumina constantemente a un mundo oscuro y nos da la fuerza para vivir y actuar. El amor es posible, y nosotros podemos ponerlo en práctica porque hemos sido creados a imagen de Dios. Vivir el amor y, así, llevar la luz de Dios al mundo.*35

 

*35 BENEDICTO XVI, Carta-Encíclica Deus caritas est, n. 39

Acto de confianza

 

 

R/           ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu Corazón  confío  que  proveas  a nuestra  diócesis  y a toda  la  iglesia universal de muchos y santos sacerdotes (u otra petición que se desee). Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso en ti, yo estoy seguro en ti!

 

V/           Corazón de Jesús, digno de toda alabanza.

R/           Ten misericordia de nosotros.

V/           Jesús, manso y humilde de Corazón.

R/           Haz nuestro corazón semejante al tuyo.